El votar en las elecciones de un país es una obligación moral si uno quiere tener un gobernante que haga lo mejor por la ciudadanía, sin embargo, esa decisión moral puede tener unos tintes diferentes cuando la persona reside en un país que no es el de origen. Y esto se complica más cuando uno es residente permanente o ciudadano del país adoptivo.
Por ejemplo, la Ley de Inmigración y Nacionalidad de Estados Unidos de América dice en su Sección 101(a)(22) que "el término 'nacional de los Estados Unidos' significa (A) un ciudadano de los Estados Unidos, o (B) una persona que aunque no es un ciudadano de los Estados Unidos, le debe juramento de lealtad permanente a los Estados Unidos." ... Las personas pueden tener doble nacionalidad ... por ejemplo una persona nacida en un país extranjero cuyos padres son ciudadanos de Estados Unidos, pueden ser ciudadanos de ambos paises.
Por su parte, la Ley de Nacionalidad mexicana dice en parte que "tiene dos o más nacionalidades quién es hijo(a) de mexicano(a) nacido(a) en el extranjero; también quien nace en territorio nacional y su madre o padre (o ambos) son extranjeros. Aunque la ley de Estados Unidos no contempla una normativa tan definida como la mexicana, ambas tienen sus restricciones en cuanto a tener puestos de elección en cualquiera de las dos naciones.
La decisión moral es cuando vive uno en un país, digamos Estados Unidos, y tiene la doble nacionalidad, de cualquier otro país del mundo. El ejemplo que cito es México, donde, en mi caso es nacido mexicano pero reconocido como ciudadano americano por la ciudadanía de mi padre y la línea de mi abuela paterna. Como mexicano tengo derecho a votar en las elecciones de México, y como americano en los Estados Unidos.
Como ciudadano americano que vive en este país voto en las elecciones de Estados Unidos, pero como mexicano de nacimiento, algunas personas me dicen que vote en las elecciones de México, por lo menos para la Presidencia. Pero, ¿moralmente, cuál es mi derecho de influir en situaciones que en lo personal no me benefician ni me perjudican, (sino todo lo contrario como dijo el Presidente Echeverría)?
Y no es que no me preocupen las acciones erróneas de una administración gubernamental específica que pudiera afectar a mi familia en México, pero tampoco se me hace justo poner un granito de arena en la balanza para inclinarla hacia un determinado partido o grupo político en particular y, menos si no sé hasta qué grado influye de manera positiva o negativa a la situación que vive el país en ese momento.
Por ejemplo, dicen, aunque no lo podría confirmar que, en "Argentina el voto es obligatorio desde 1914 y si un ciudadano no va a sufragar tiene que dar una razón legítima para no haberlo hecho, de lo contrario debe pagar una multa que va de 67.47 a 674.71 pesos mexicanos e incluso puede enfrentar la prisión; mientras que en Uruguay el no votar también se paga con multa y con la posible pérdida de derechos".
Si mis cuatro lectores llegaron hasta esta parte del comentario, me gustaría saber qué piensan al respecto, ¿debería votar en México aunque viva en Estados Unidos? Se los dejo de tarea.
Salutem,
Ray Pedraza
No comments:
Post a Comment